La verdad es que no somos muy de hacer dulces pero después de probar esta receta creo que repetiremos ya que esta base de bizcocho es ideal para un montón de pasteles. Queda muy esponjoso gracias a incorporar las yemas a punto de nieve.
Ingredientes:
100g de mantequilla (en pomada)
100g de azúcar glass
100g de harina
4g de levadura Royal
2 huevos
1 pizca de sal
6-10 albaricoques (según tamaño de estos y del molde)
1 cucharadita de azúcar avainillado (opcional)
1 cucharada de agua de azahar (opcional)
Un poco mas de azúcar glass para decorar
Es una receta muy rápida así que empezamos precalentando el horno a
200º.
Cogemos dos recipientes hondos. En uno mezclamos la mantequilla a
temperatura ambiente (textura pomada), el azúcar, el azúcar avainillado, el agua
de azahar y las yemas de los 2 huevos. Batimos con la batidora de varillas unos
3 minutos, hasta que la mezcla esté blanquecina. Incorporamos la harina
tamizada junto a la levadura, y batimos lo justo para que se integre.
En el segundo recipiente montamos las claras a punto de nieve con una
pizca de sal.
Incorporamos las yemas a punto de nieve a la mezcla anterior y
removemos con cuidado para que se baje lo menos posible (movimientos
envolventes).
En un molde para horneo untamos mantequilla y enharinamos. Extendemos
la mezcla para el bizcocho intentando que quede lo más plano posible. Lavamos
los albaricoques, los abrimos por la mitad y quitamos el hueso. Los colocamos
sobre la masa con el hueco hacia arriba.
Horneamos a 200º unos 30 minutos hasta que empieza a dorarse por
igual. Una vez frio espolvoreamos con azúcar glass por encima.
Noe y David